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Cuando un cliente solicita botones de color, activamos uno de nuestros procesos más meticulosos: la coloración. No usamos pinturas genéricas ni aplicamos soluciones improvisadas. Aquí todo es controlado para lograr un acabado uniforme, resistente y visualmente impecable.

🎨 ¿Qué hacemos en esta etapa?

  • Preparación de superficie: Antes del color, se limpia y acondiciona cada pieza para lograr una adhesión ideal.
  • Pigmentos industriales resistentes: Usamos pigmentos especiales diseñados para prendas, con alta resistencia al lavado, fricción y desgaste.
  • Aplicación controlada: Técnicas de inmersión, recubrimiento o atomizado, según el tipo de botón y requerimiento del cliente.
  • Curado y secado: El color pasa por un proceso térmico que fija el acabado de forma permanente.
  • Verificación de tono y uniformidad: Cada lote es comparado con muestra estándar para asegurar fidelidad del color.

El resultado es un botón a presión que, además de cumplir con su función técnica, aporta valor visual y de marca a cualquier prenda.

La aplicación de color está diseñada para integrarse perfectamente con la superficie del botón, conservando su funcionalidad, flexibilidad y estética, incluso tras múltiples ciclos de uso o lavado.