Después del troquelado, los botones se derivan al área de acabado, donde se les da el tratamiento final según los requerimientos del cliente. Si el pedido incluye color, se realiza un proceso de pigmentación industrial con recubrimientos resistentes al uso y al lavado. Este acabado está especialmente diseñado para prendas infantiles o de diseño donde la estética es clave.
Cuando se requiere un aspecto metálico o una mayor resistencia superficial, se opta por el proceso de niquelado. Este recubrimiento se realiza mediante un baño electrolítico que adhiere una capa uniforme de níquel al botón, protegiéndolo contra la corrosión y mejorando su apariencia visual. Este paso es ideal para ropa vaquera, prendas de trabajo o colecciones con acabado premium.
Ambos tratamientos se realizan bajo estrictos controles de tiempo, temperatura y composición química, asegurando una fijación duradera y segura. Las piezas tratadas se secan, enfrían y pasan a revisión antes de avanzar al siguiente paso del proceso.